lunes, 29 de marzo de 2010

Los medios y la violencia


Los medios de comunicación son los responsables. Los mismos medios de comunicación que ahora se han dado a la tarea de culpar a la FEMEXFUT (que nadie dice que no esté llena de porquería) pero que, en este caso, nada puede hacer al verse rebasada por los medios masivos de comunicación, el cuarto poder.


La violencia en los estadios del fútbol mexicano es algo que debe ser cortado de tajo, sin trámites, sin acuerdos, sin conferencias de prensa, sin cónclaves y sin payasadas. Las porras pagadas por las directivas deben desaparecer de la misma manera en la que aparecieron: de la noche a la mañana, cuando los argentinos que manejan el Pachuca decidieron que era buena idea contratar un grupo de personas que los siguieran y apoyaran doquiera que jugaran.


Hablaré del caso específico de los Tigres de la UANL con sede en San Nicolás de los Garza. Vivo en Monterrey y desde hace varias semanas no he escuchado más que comentarios llenos de ira y rencor sobre el trabajo del Director Técnico, Daniel Guzmán, comentarios que han sobrepasado, desde hace mucho, el aspecto profesional y se han afincado en la manera en la cual sus supuestos excesos han sido colocados por encima de los intereses del equipo neoleonés.


No soy nadie para defender a Guzmán, de hecho los números hablan por si mismos, su trabajo fue, por decir lo menos, pésimo; pero de eso a alentar a la afición a poco menos que un linchamiento público hay mucha diferencia. En más de una oportunidad he visto/leído/escuchado a Roberto Hernández, conocido como "Don Robert", dejar en claro su odio por Guzmán y su grupo de "amigos tapatíos" (como despectivamente los llama). A Guzmán no lo baja de "borracho y viejero" y sugiere, en cada oportunidad, que "El Travieso" se burla del equipo y de los aficionados.


Pues bien, "Don Robert", en su columna del 26 de Marzo de 2010 en el diario Milenio "advertía" (hermano amable de amenazaba) a la directiva de los Tigres de las consecuencias que se vendrían por sus malos manejos. Espero que el vergonzoso espectáculo lo haya dejado satisfecho.


El aficionado mexicano es, en su mayoría, bueno, no hemos llegado a los niveles europeos ni sudamericanos (en cuanto a pasión desbordada se refiere) pero también es un aficionado vulnerable y manipulable, los medios lo saben y lo usan a su conveniencia. Ojalá, de vez en cuando, la mesura, la prudencia y la responsabilidad se pongan delante del rating.


Luis Montalvo




2 comentarios:

Alejandro dijo...

Hey me gusta tu blog, ojalá algún día me dejes escribir algo

Luis Montalvo dijo...

cuando gustes...completamente invitado!

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